Como respuesta a la consulta pública de la Comisión Europea sobre el informe de la profesora Mariana Mazzucato, ‘Mission-Oriented Research and Innovation in the European Union – A problem solving approach to fuel innovation-led growth‘, Insight Foresight Institute remite las siguientes sugerencias para la implementación de la política de innovación orientada a la misión en Europa.
“Criterios sobre cómo deben seleccionarse las misiones de investigación e innovación de la UE”.
Las misiones de I + I de la UE deben ser audaces, inspiradoras con una amplia relevancia social y esfuerzos interdisciplinarios, intersectoriales y entre actores. Puede valer la pena considerar también las áreas en las que la UE tiene el mayor potencial para contribuir en función de sus capacidades y fortalezas competitivas.
La misión, a pesar de ser una declaración amplia, también conlleva el riesgo de ser demasiado abstracta para ser dirigida, mensurable y limitada en el tiempo. Además, la noción de soluciones ascendentes múltiples puede contrarrestar la expectativa de acciones realistas ya que si se sabe que es realista, entonces ¿por qué se necesitarían múltiples caminos? En última instancia, las misiones son audaces y también conllevan riesgos e incertidumbre, por ejemplo, sugiriendo dificultades para establecer los criterios correctos de duración determinada desde el principio. Las visiones como tales deberían evitar los límites artificiales para la mejora. Por ejemplo, en el caso de reducir las emisiones de carbono, la misión podría apuntar incluso más allá de zero carbono.
Para que las políticas orientadas a la misión sean verdaderamente sistémicas, las misiones se enmarcarían mejor con visiones sistémicas que abarquen múltiples dimensiones sobre los sistemas tecnoinstitucionales y socioeconómicos futuros. La experimentación de las vías alternativas seguiría guiada por tales visiones sistémicas y ayudaría a identificar complementariedades y sinergias de diversos esfuerzos. En particular, sin tales visiones sistémicas, existe el riesgo de repetir los problemas enfrentados en esfuerzos anteriores, como en el caso de las asociaciones europeas (EIP) que tienden a resultar en las redes amplias de proyectos bastante fragmentados.
Definir la misión en torno a un único criterio, como una ciudad libre de carbono o un océano libre de plástico, conlleva el riesgo de perder el foco en otros criterios relevantes para el desarrollo; considere, por ejemplo, los motores diesel aclamados como una solución baja en carbono que condujo al surgimiento de otros emisiones de aire. La idea misma del desarrollo sostenible es explorar simultáneamente las soluciones ganar-ganar-ganar en todos los desafíos económicos, sociales y ecológicos.
‘Implementación de misiones de investigación e innovación’
La amplia inclusión de actores de un grupo diverso de países europeos, incluidos los países y regiones centrales y periféricas, puede ser un activo invaluable. Sin embargo, las partes interesadas nacionales y regionales con demasiada frecuencia pueden tener agendas contrapuestas que reducen el enfoque para no atender a ninguno de los dos y corre el riesgo de no abordar las necesidades del mayor grupo de la sociedad. Por lo tanto, la intensidad del compromiso de los diferentes interesados se ve impulsada por sus competencias y el propósito específico de cada misión. Es importante que los mejores talentos encuentren su camino para contribuir con las misiones. Cualquier convocatoria de propuestas de proyectos de I + D puede dejar algunos talentos de alto potencial excluidos. Aquí vale la pena considerar las buenas prácticas de ERC. Las misiones también podrían buscar una coordinación más estrecha con las organizaciones internacionales y otros países terceros.
Una evaluación imparcial del progreso y el impacto, así como la gestión flexible son la clave para misiones efectivas. La implementación de las misiones de la UE debería ser flexible, con una gestión proactiva y la construcción de capacidades internas y mediante una cartera de instrumentos para fomentar soluciones ascendentes. Los cronogramas y los hitos establecidos al principio se revisan mejor en función de la comprensión mejorada lograda a lo largo de las fases de implementación de misiones ambiciosas que implican incertidumbres.
“Los ciudadanos deben ser consultados sobre la elección de las misiones”
Una consulta amplia puede beneficiar la exploración y la definición de posibles misiones para abordar mejor las necesidades sociales y evitar prejuicios sobre un solo actor. Sin embargo, esto puede llegar a ser exigente desde el punto de vista metodológico (a quién consultar, por qué canales, utilizando qué métodos) y resulta ser lento, especialmente para procesar a fondo las opiniones y sugerencias recopiladas, y por lo tanto bastante costoso.
Además, enmarcar una misión puede requerir una considerable comprensión técnica y específica del contexto que reduzca el valor o la idoneidad de la consulta pública o el referéndum para el propósito de la selección o el establecimiento de prioridades de las misiones. Esto supondría que los ciudadanos han sido educados lo suficiente como para comprender los problemas y los desafíos relacionados con la misión. Se puede proponer que las misiones sean objeto de consulta pública incluso en situaciones en las que los ciudadanos pueden no estar relacionados debido a la falta de experiencia directa o porque los beneficios de la misión son demasiado lejanos en el futuro.
Por lo tanto, las opiniones de las partes interesadas y el conjunto diverso de ciudadanos podrían integrarse mejor en las primeras fases exploratorias (por ejemplo, a través de la prospectiva) y no en las fases posteriores del ciclo de la política cuando la misión se ha definido ampliamente y la consulta puede simplemente buscar la aprobación. Una forma de desarrollar una visión ciudadana sobre los problemas es el uso de ‘living labs’ y nuevos métodos de diseño centrado en el usuario. Este proceso puede facilitar una amplia sección transversal de individuos de la sociedad.
‘Ideas para las misiones de investigación e innovación de la UE’
- Sistemas Inteligentes de Energía. Europa puede liderar la transición hacia sistemas energéticos distribuidos e inteligentes para mejorar la producción, distribución y almacenamiento de energía sostenible.
- Economía de ‘Cradle to Cradle’. La UE debería convertirse en líder mundial en la transición de la sostenibilidad siguiendo los principios de diseño de cuna a cuna y aprendiendo de la experimentación en diferentes sectores.
- Reforestación inteligente. La gestión forestal europea podría ganar impulso con nuevas soluciones inteligentes sostenibles para la reforestación como medio para luchar contra la desertificación y mitigar los impactos del cambio climático.
- Más allá de trabajos. Europa debería liderar una nueva forma de entender que los empleos son solo un medio. La innovación social se necesita con urgencia para desarrollar alternativas al empleo como la única forma de acceder a la riqueza.
- Democracia digital. Europa puede liderar la explotación de las capacidades de la tecnología para crear una sociedad abierta y comprometida a la vez que aprovecha la “inteligencia colectiva”. La democracia debe entenderse como una mejor manera de resolver ciertos problemas sociales complejos más allá de los mercados o las jerarquías.